Masajes y terapias naturales en Saint-Malo

La sofrología es un método psico-corporal utilizado como técnica terapéutica o experimentado como filosofía de vida.
Fue diseñado por el neuropsiquiatra Alfonso Caycedo y está inspirado en técnicas occidentales y orientales.
El término SOFROLOGÍA, inspirado en el griego antiguo *, significa estudio de la armonización de la conciencia.

Método exclusivamente verbal y no táctil, la sofrología emplea un conjunto de técnicas que actuarán tanto en el cuerpo como en la mente. Combina ejercicios que trabajan en la respiración, la relajación muscular y las imágenes mentales (o visualización). Todas estas técnicas te permiten recuperar un estado de bienestar y activar todo tu potencial.

La sofrología te permite adquirir un mejor conocimiento de ti mismo y afrontar los retos cotidianos con serenidad.

* sôs: armonioso; phren: la mente; logos: ciencia

El masaje tradicional tailandés recorre todo el cuerpo desde los pies hasta la cabeza, recorriendo 10 de las líneas energéticas del cuerpo llamadas SEN.

El objetivo es equilibrar la función de los 4 elementos fundamentos del cuerpo: Tierra
(huesos y músculos); Agua (sangre y secreciones); Fuego (digestión y metabolismo); Aire (respiración y circulación sanguina)

Esta técnica combina principalmente estiramientos pasivos con la aplicación de presión por parte del terapeuta utilizando sus manos, codos y en ocasiones sus rodillas para realizar un tratamiento más efectivo.

El masaje tailandés es una terapia única y de grandes potenciales en el campo del masaje.

Masaje suave sobre todo el cuerpo, con aplicación de aceite orgánico.
Un momento de relajación por liberar la mente.

El masaje gástrico regula ciclos gástricos, alivia dolores de espalda baja, reequilibra el reloj gástrico, quita gases…

El masaje craneal crea más espacio entre cervicales y cráneo, alivia dolores de cabeza, aumenta la flexibilidad del cuello, da un momento de relajación extrema.

Este masaje milenario despierta la capacidad sanadora del cuerpo y ayuda a relajarse y a solucionar problemas musculares, orgánicos o emocionales.

Tuina deriva de las palabras chinas tui –empujar– y na –agarrar–, que son dos de los 9 métodos utilizadas en este masaje terapéutico ancestral que actúa sobre los meridianos y puntos energéticos.

El magnetismo es una terapia energética basada en el hecho de que emana de todos los seres vivos, todos los minerales y todas las cosas, una energía vital.

Por la cual el cuerpo humano recibe energías telúricas y cósmicas sUtiles pero poderosas, y está compuesto a su vez por células que tienen su propio campo vibratorio. Esta energía eléctrica, magnética y vibratoria circula en el cuerpo a través de grandes ejes invisibles, los meridianos, pasando por puntos de energía vital: los chakras.

El postulado de la medicina energética y el magnetismo es que cada meridiano está conectado a una función principal del cuerpo humano, un órgano (riñón, corazón, pulmón) o un sistema (sistema linfático). A fuerza de solicitarlo, sucede que la circulación de las energías de
nuestro cuerpo a lo largo de los meridianos ya no sea óptima. El órgano o sistema al que está conectado el meridiano relevante se debilita por esta circulación defectuosa y deja de funcionar.

Como resultado, todo el cuerpo y la salud se ven afectados.

Practicamos esa práctica ancestral donde se usa la electricidad del cuerpo para
restablecer un desequilibrio energético y eléctrico.

Los vestigios más antiguos de magnetismo proceden de uno de los tratados médicos más antiguos: el papiro de Ebers que data del siglo XVI durante el reinado de Amenhotep I.
Este papiro de hecho se refiere a un modo de intervención con las manos de los
sacerdotes egipcios para aliviar y sanar. Para los egipcios, el sol, creador de toda vida, podía usarse en el cuerpo de los pacientes capturando los rayos del sol con las manos.
El acto de poner las manos sobre un individuo para aliviar su dolor siempre ha sido el primer instinto del hombre. Esta práctica, que siempre ha existido, está presente en todos los países del mundo, pero tiene diferentes nombres. En Occidente, hablamos de magnetismo, mientras que en Asia hablamos de QI o Chi.

Inicié mi formación en el ámbito de la Sofrología (el estudio de la conciencia), con el objetivo de ayudar a las personas a descubrir su propio poder en curarse, mejorar y llegar a su objetivo personal sin el contacto físico de otra persona.

Una vez formada como sofróloga, decidí seguir aprendiendo más sobre la fisiología, y concretamente sobre una terapia del cuerpo alineada con mis valores y mi espíritu: viajé a Tailandia, a la escuela del templo de Wat-Pho, la Wat-Po-Chetawean School, dedicada a la medicina tradicional tailandesa. Ahí tuve el privilegio de aprender mucho más de lo que esperaba: pude recibir una formación excepcional y descubrir una cultura que me dejó impresionada por su sabiduría y su conocimiento.

Tras esta formación volví a Francia: mis pasos me llevaron a Marsella, donde pude aprender el masaje Tuina de la mano de una sinóloga, doctora en Medicina Tradicional China, un protocolo increíble por su eficacia y potencia.

Y para completar mi formación como terapeuta especializada en terapias naturales, me formé en botánica europea, más adaptada para poder cuidar de mis pacientes en Europa: cada tierra dispone de sus propias plantas, y estas plantas tienen el poder de mantenernos sanos, cuidarnos y alimentarnos.

Creo que el camino del aprendizaje no se termina nunca. Por eso, desde principios de 2021 estoy inscrita en una escuela de Osteopatía con el objetivo de seguir aprendiendo y poder ofrecerte el mejor tratamiento y una sesión totalmente adaptada a nuestras necesidades.
Lo que más me importa es que todos estemos bien de salud, en todos los sentidos de la palabra, felices y contentos.